Cola de caballo

Equisetum bogotense

Historia natural 2

FAMILIA
Equisetaceae

RESUMEN
Una planta de sitios pantanosos, muy fácil de reconocer por sus tallos verdes, articulados, sin hojas evidentes. Aunque su apariencia recuerda a la de los juncos, la verdad es que está más emparentada con los helechos. Entre la gente del campo, la cola de caballo es apreciada como medicinal y también, antiguamente, para brillar ollas frotándolas con ella, aprovechando el alto contenido de sílice que vuelve áspera esta planta.

DISTRIBUCIÓN
Montañas de Costa Rica y Panamá, Andes de Venezuela al norte y centro de Argentina, Chile, islas Galápagos. En Colombia presente en la Sierra Nevada de Santa Marta y las tres cordilleras, entre 1300 y 4100 m de elevación.

CONSTITUCIÓN, COMPORTAMIENTO Y MOVIMIENTOS
Bajo tierra tiene un rizoma que se extiende cortas distancias, permitiendo que la planta se expanda. De resto, la especie tiene una apariencia muy interesante, con sus tallos delgados que se yerguen y ramifican, pero que no tienen hojas evidentes. La función de fotosíntesis corresponde entonces a estos tallos verdes, que son los que guardan la clorofila de la planta.

Como corresponde a una especie asociada a terrenos pantanosos, los tallos son huecos por dentro, favoreciendo una buena aireación, esencial para que todas las partes de la planta, incluso las sumergidas, puedan respirar.

Al mirarlos de cerca, los tallos muestran que son articulados, como si estuvieran hechos de secciones puestas una encima de otra. En cada nudo se ven reunidas en un verticilo las hojas diminutas, cafés.

Las especies de Equisetum son bien conocidas por tener un alto contenido de sílice, que acumulan en sus tejidos, endureciéndolos. Esta sílice posiblemente ayuda a soportar a la planta, contribuye a su metabolismo y la protege de ataques de herbívoros y organismos patógenos. Al pasar el dedo sobre los tallos de la planta, se puede sentir la sensación áspera que causa la presencia de este mineral.

Al final de algunos tallos, pueden desarrollarse una especie de cabezuelas oscuras, que son los estróbilos donde se alojan las diminutas “cápsulas” que producen las esporas. Las esporas, como el más liviano de los polvos, se dispersan fácilmente por el aire largas distancias.

Estas esporas están provistas de 4 “cintas” (eláteres) que, dependiendo del nivel de humedad, se extienden y se recogen en una forma tal que pueden “caminar” y cambiar de sitio en el suelo; incluso, ayudadas por los fuertes movimientos de estos eláteres, las esporas pueden saltar y volver al aire, para dispersarse aún más lejos (Marmottant et al. 2013).

Las esporas que germinan producen protalos, que son como diminutas láminas lobuladas que crecen sobre el suelo húmedo. En estos protalos, los óvulos son fecundados por espermatozoides. De esta unión, empieza a desarrollarse una nueva cola de caballo, que termina reemplazar al protalo sobre el que crece.

CRECIMIENTO Y LONGEVIDAD ESTIMADA
La especie crece en forma relativamente lenta. Desde la germinación de la espora, pasando por su fecundación y el desarrollo del joven ejemplar, hasta que la planta es adulta pueden pasar más de 5 años. La planta tiene una vida relativamente larga; si el sitio donde crecen se mantiene abierto, bien iluminado, húmedo y las plantas no son destruidas por alguna razón, pueden alcanzar varias décadas de edad.

ORGANISMOS ASOCIADOS
Las raíces de esta especie pueden alojar hongos micorrízicos arbusculares (Glomeromycota) y hongos endófitos septados oscuros (Fernández et al. 2008).

La planta suele verse notablemente libre de daños producidos por insectos herbívoros.

PROPAGACIÓN
La propagación por esporas ha sido poco o nada ensayada. Para proyectos de restauración ecológica, es relativamente fácil propagar la especie a pequeña escala, dividiendo las plantas con cuidado, tratando de dañar lo menos posible las raíces. Los nuevos trozos se pueden plantar en bolsas de vivero que no tengan huecos y que estén llenas de tierra inundada con agua. Asegurándose de que durante varias semanas el sustrato siga muy mojado. Luego, cuando las plantas ya hayan enraizado bien, se las puede trasplantar a su sitio definitivo. Este debe tener suelo encharcado y estar bien iluminado, ojalá a pleno sol.

EJEMPLOS DE FLORA ACOMPAÑANTE
Junco (Juncus effusus), moradita (Cuphea racemosa), chisacá (Acmella sp.), helecho (Thelypteris rudis).

LITERATURA CITADA
Fernández, N., Messuti, M.I. & Fontenla, S. 2008. Arbuscular mycorrhizas and dark septate fungi in Lycopodium paniculatum (Lycopodiaceae) and Equisetum bogotense (Equisetaceae) in a Valdivian temperate forest of Patagonia, Argentina. Americal Fern Journal 98 (3): 117-127.

Marmottant, P., Ponomarenko, A. & Bienaimé, D. 2013. The walk and jump of Equisetum spores. Proceedings of the Royal Society B 280: 20131465. http://dx.doi.org/10.1098/rspb.2013.1465

Fuentes y Créditos

  1. (c) Mateo Hernandez Schmidt, todos los derechos reservados, subido por Mateo Hernandez Schmidt
  2. (c) Mateo Hernandez Schmidt, algunos derechos reservados (CC BY-SA)

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