Orquídea

Ornithidium aggregatum

Historia natural 2

INTRODUCCIÓN
Una orquídea de sitios bien iluminados, a la que incluso le gusta recibir sol directo durante algunas horas del día. En la finca El Cerro crece sobre el musgo y las rocas de la zona del cañón. Cuando está fértil, se puede ver la combinación de colores en sus flores: amarillas cuando recién se abren, rosadas cuando ya las flores están maduras.

DISTRIBUCIÓN
Andes de Venezuela a Bolivia. En Colombia presente en las tres cordilleras, entre 1200 y 3300 m.

CONSTITUCIÓN, COMPORTAMIENTO Y MOVIMIENTOS
Las raíces, como las de muchas orquídeas, están cubiertas por una especie de “piel” blanca (velamen), la cual tiene la capacidad de absorber agua en forma muy rápida cada vez que llueve. De esta manera, la planta puede tomar el agua que moja los sitios sobre los que crece antes de que se escurra y evapore.

Las hojas son gruesas, almacenando agua y nutrientes dentro de sus tejidos. Estas son reservas importantes, ya que en algunos de los sitios donde la planta se desarrolla (colchones de musgo sobre suelos ácidos, sobre rocas, sobre troncos de árboles) no hay mucha materia orgánica disponible, los nutrientes son escasos y el agua desaparece poco después de las lluvias.

Hasta hace pocos años, esta especie era clasificada en el género Maxillaria. En la literatura, se ha registrado que orquídeas Maxillaria tienen la capacidad de cerrar sus poros (estomas) y “contener la respiración” durante el día, para así evitar pérdidas de agua por evapotranspiración. Durante el día, como no pueden tomar carbono de la atmósfera, hacen la fotosíntesis con carbono almacenado en sus tejidos en forma de ácido málico. En la noche, abren sus poros, respiran y toman nuevo carbono, el cual guardan para el día siguiente. Este metabolismo, compartido con especies adaptadas a ambientes extremos como los cactus y crásulaceas, es conocido como CAM (por sus siglas en inglés, metabolismo ácido de las crasuláceas) (Silvera et al. 2009).

Las flores, al abrirse, tienen un color amarillo; a medida que envecejen se van tornando rosadas. La combinación, en una misma inflorescencia, de flores amarillas y rosadas le da a la planta un aspecto muy ornamental.

Al igual que en el resto de orquídeas, las semillas no traen reservas de nutrientes almacenadas en ellas. Las semillas, cuando aterrizan en un sitio adecuado, no tienen la capacidad de germinar por sí solas. Cada semilla que vaya a germinar requiere que en el lugar haya un hongo especial que la “adopte”, se conecte con el embrión y le dé de comer. Cuando esto ocurre, se empieza a formar una pelotica verde, fotosintética, conocida como “protocormo”. Con los meses, el protocormo forma la primera hoja, las primeras raíces; y de ahí sigue desarrollándose la orquídea hasta ser adulta. A lo largo de toda su vida, la orquídea puede alojar dentro de sus tejidos al hongo que la ayudó a nacer.

FENOLOGÍA
Florece entre abril y julio.

CRECIMIENTO Y LONGEVIDAD ESTIMADA
La planta crece lentamente. Se estima que desde su germinación hasta que es adulta y produce la primera flor, pueden pasar, en condiciones naturales (sin iluminación artificial ni abonos), por lo menos 15-20 años. Como sucede con muchas orquídeas epífitas y rupícolas, la planta es muy longeva; si el lugar donde crece se mantiene estable, con condiciones de luz abundante, y la planta no es arrancada o destruida por alguna otra razón, puede vivir en forma indefinida; se estima que puede superar sin problemas los 100 años de edad.

ORGANISMOS ASOCIADOS
Es muy probable que las raíces de esta planta alojen hongos micorrícicos, los cuales son esenciales para la germinación y posterior desarrollo saludable de las orquídeas.

Las flores son visitadas por abejorros (Bombus hortulanus, Bombus rubicundus) y el colibrí Metallura tyrianthina.

PROPAGACIÓN
La propagación in vitro por semillas es la más adecuada para la multiplicación masiva de la mayoría de orquídeas. De todas formas, no es sencilla, ya que requiere condiciones especiales de medios de siembra, esterilidad y aporte de nutrientes o de hongos micorrícicos que hacen que la siembra de estas plantas suela quedar por fuera de las actividades de los no especialistas. Para el que quiera experimentar, vale la pena leer un poco al respecto ¡y atreverse!

Para restauraciones a pequeña escala, se pueden dividir con cuidado plantas con muchos tallos, tratando de dejar la planta original en el lugar donde crece, quitándole sólo una porción y tratando de causarle el menor daño posible.

Las plantas divididas se plantan en un sitio que tenga condiciones lo más parecidas de luz, humedad y sustrato al sitio donde se las recogió.

Se recomienda plantarlas en barrancos y matorrales sobre suelos ácidos, pedregosos y superficiales, donde la vegetación leñosa crece baja y no le tapa la luz a esta orquídea amante del sol.

Los ejemplares se plantan directamente sobre el suelo, sobre colchones de musgo y hojarasca. Esta especie prospera mejor con sol parcial o a pleno sol.

Para restauración ecológica, se recomienda plantar al menos tres ejemplares cerca unos de otros, para favorecer que, cuando se desarrollen, pueda haber polinización cruzada, producción de semillas y el establecimiento de una nueva población.

EJEMPLOS DE FLORA ACOMPAÑANTE
Uva de anís (Cavendishia bracteata), uva camarona (Macleania rupestris), reventadera (Gaultheria anastomosans), encenillo (Weinmannia tomentosa), helechos (Elaphoglossum lingua, Serpocaulon levigatum), gateadera (Diphasiastrum thyoides).

LITERATURA CITADA
Silvera, K., Santiago, L.S., Cushman, J.C. & Winter, K. 2009. Crassulacean acid metabolism and epiphytism linked to adaptive radiations in the Orchidaceae. Plant Physiology 149 (4): 1838-1847.

Fuentes y Créditos

  1. (c) Mateo Hernandez Schmidt, todos los derechos reservados, subido por Mateo Hernandez Schmidt
  2. (c) Mateo Hernandez Schmidt, algunos derechos reservados (CC BY-SA)

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