Orquídea

Cranichis diphylla

Historia natural 2

INTRODUCCIÓN
Una pequeña orquídea terrestre que pasa parte del año “desaparecida” debajo de los colchones de musgo y hojarasca del bosque, con sólo las raíces vivas. En ciertas temporadas produce una única hoja (a veces vez dos). Cuando esta hoja termina de crecer, la planta produce la inflorescencia. Al mirar en detalle las flores pequeñitas, blancas, se puede apreciar el adorno de puntitos verdes que tiene el labelo.

DISTRIBUCIÓN
Montañas de México a Panamá, Andes de Venezuela a Perú, Antillas. En Colombia presente en las tres cordilleras, entre 1700 y 3200 m de elevación.

CONSTITUCIÓN, COMPORTAMIENTO Y MOVIMIENTOS
La planta crece sobre los colchones de musgo y la hojarasca que cubren el suelo del bosque y matorrales nativos. Nace principalmente en sitios con suelos pobres y ácidos, donde la vegetación leñosa no alcanza gran porte y alcanza a entrar bastante luz al suelo. A menudo crecen varios ejemplares unos cerca de otros.

Tiene raíces gruesas, que almacenan agua y nutrientes para usar en momentos de necesidad.

Esta especie produce una o dos hojas, las cuales emergen del suelo cada año. Cuando las hojas están bien crecidas, empieza a crecer la inflorescencia, erguida, de la cual se desarrollan las flores pequeñitas, blancas. Si se las mira con cuidado, se puede ver que el labelo está adornado con diminutos punticos verdes.

Las flores tienen la capacidad de autopolinizarse; luego de la floración todas ellas se desarrollan en frutos.

Al madurar, los frutos liberan miles de semillas diminutas, las cuales vuelan, como el polvo más liviano, ayudadas por las corrientes de aire. De este modo, algunas de ellas pueden llegar a gran distancia y establecer nuevas poblaciones en sitios adecuados.

Luego de producir las semillas, se marchitan el tallo de la infrutescencia y las hojas. Lo único que permanece vivo son las raíces. En este momento, para el observador que sólo puede ver la superficie del bosque, parece como si la planta hubiera desaparecido. Algunos meses después, la orquídea produce nuevas hojas, las cuales emergen de la hojarasca y van creciendo, preparándose poco a poco para florecer una vez más.

Al igual que en el resto de orquídeas, las semillas no traen reservas de nutrientes almacenadas en ellas. Las semillas, cuando aterrizan en un sitio adecuado, no tienen la capacidad de germinar por sí solas. Cada semilla que vaya a germinar requiere que en el lugar haya un hongo especial que la “adopte”, se conecte con el embrión y le dé de comer. Cuando esto ocurre, se empieza a formar una pelotica verde, fotosintética, conocida como “protocormo”. Con los meses, el protocormo forma la primera hoja, las primeras raíces; y de ahí sigue desarrollándose la orquídea hasta ser adulta. A lo largo de toda su vida, la orquídea puede alojar dentro de sus tejidos al hongo que la ayudó a nacer.

FENOLOGÍA
Florece entre septiembre y diciembre.

CRECIMIENTO Y LONGEVIDAD ESTIMADA
La planta crece en forma lenta comparada con otras hierbas de su talla (aunque de todas formas relativamente rápido para una orquídea). Se estima que desde que germina de la semilla hasta que produce su primera floración, pueden pasar alrededor de 2-5 años. Se estima que su longevidad puede estar en el rango entre 10-20 años.

ORGANISMOS ASOCIADOS
En la literatura se registran hongos micorrícicos del orden Cantharellales (Ceratobasidium) asociados con las raíces de plantas de este género (Mosquera et al. 2010).

Las flores posiblemente son visitadas por pequeños insectos.

PROPAGACIÓN
La propagación in vitro por semillas es la más adecuada para la multiplicación masiva de la mayoría de orquídeas. De todas formas, no es sencilla, ya que requiere condiciones especiales de medios de siembra, esterilidad y aporte de nutrientes o de hongos micorrícicos que hacen que la siembra de estas plantas suela quedar por fuera de las actividades de los no especialistas. De todas formas, para el que quiera experimentar, vale la pena leer un poco al respecto ¡y atreverse!

Para restauraciones a pequeña escala, se pueden trasplantar unos pocos ejemplares de un sitio donde crezcan muchas orquídeas de esta especie y llevarlos a un sitio cercano que se quiera repoblar. Éste debe tener condiciones de suelo, humedad y sustrato lo más parecidos que sea posible al lugar donde se recogieron las plantas.

El sitio ideal para plantar esta orquídea terrestre es en un bosque o matorral nativo, de varias décadas de edad, donde el ambiente esté relativamente estable y no haya un crecimiento vigoroso de plantas pioneras, trepadoras, etc., que puedan cambiar las condiciones de luz y volverlas inadecuadas para las orquídeas. Los matorrales y bosques ideales para plantar orquídeas como ésta suelen estar situados en laderas con suelos ácidos, pedregosos y relativamente pobres en nutrientes, donde la vegetación leñosa es vieja y, al mismo tiempo, por las condiciones del suelo, no crece excesivamente alta ni produce demasiada sombra.

Se las planta sobre colchones de musgo, apretando bien los ejemplares para que queden bien firmes. Se recomienda plantar al menos tres ejemplares cerca unos de otros, para favorecer que, cuando se desarrollen, pueda haber polinización cruzada, producción de semillas y el establecimiento de una nueva población.

EJEMPLOS DE FLORA ACOMPAÑANTE
Helechos (Asplenium spp.), orquídeas (Cyrtochilum revolutum, Gomphichis cundinamarcae, Ponthieva similis), peperomias (Peperomia spp.)

LITERATURA CITADA
Mosquera-Espinosa, A.T., Bayman, P. & Túpac Otero, J. 2010. Ceratobasidium como hongo microrrízico de orquídeas en Colombia. Acta Agronómica 59 (3): 316-326.

Fuentes y Créditos

  1. (c) Mateo Hernandez Schmidt, todos los derechos reservados, subido por Mateo Hernandez Schmidt
  2. (c) Mateo Hernandez Schmidt, algunos derechos reservados (CC BY-SA)

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