Orquídea

Masdevallia coriacea

Historia natural 2

INTRODUCCIÓN
Orquídea de hojas muy gruesas, propia de suelos pedregosos. Prefiere crecer con mucha luz, incluso a pleno sol. Las flores, también gruesas, tienen una forma especial, con sus tres sépalos grandes, cada uno de ellos con el extremo adelgazado en una cauda de tamaño moderado. Estas flores despiden un olor leve y desagradable, como a carne podrida, que atrae a moscas polinizadoras.

DISTRIBUCIÓN
Andes de Venezuela a Perú. En Colombia presente en la cordillera Oriental y en los Andes del sur del país, entre 2600 y 3600 m.

CONSTITUCIÓN, COMPORTAMIENTO Y MOVIMIENTOS
Las raíces, como las de muchas orquídeas, están cubiertas por una especie de “piel” blanca (velamen), la cual tiene la capacidad de absorber agua en forma muy rápida cada vez que llueve. De esta manera, la planta puede tomar el agua que moja los sitios sobre los que crece antes de que se escurra y evapore.

Las hojas son gruesas, almacenando agua y nutrientes dentro de sus tejidos. Estas son reservas importantes, ya que en algunos de los sitios donde la planta se desarrolla (colchones de musgo sobre suelos ácidos, sobre rocas) no hay mucha materia orgánica disponible, los nutrientes son escasos y el agua desaparece poco después de las lluvias.

Las hojas tienen sabor amargo.

A diferencia de otras orquídeas, donde los pétalos y el labelo son atractivos, en las Masdevallia lo vistoso son los tres sépalos. Por el contrario, los pétalos y el labelo son pequeñitos y se encuentran ocultos en el centro de la flor.

Las flores emanan un olor a carne podrida, con el cual atraen moscas. Los insectos, al caminar por la flor creyendo que hay un cadáver, entran en contacto con los pegajosos polinios, que se les quedan adheridos a su cuerpo. Luego, al visitar otra flor de esta orquídea, pueden dejar el polen pegado en el estigma, polinizándola así.

Como sucede con muchas orquídeas, la polinización de esta especie es un evento poco frecuente. La mayoría de las flores se marchitan y no desarrollan frutos. Los pocos frutos que se desarrollan, sin embargo, alojan inmensas cantidades de diminutas semillas en su interior.

Cuando maduran, estos frutos se rajan por los lados, liberando miles de semillas como polvo, las cuales son llevadas por las corrientes de aire.

Al igual que en el resto de orquídeas, las semillas no traen reservas de nutrientes almacenadas en ellas. Las semillas, cuando aterrizan en un sitio adecuado, no tienen la capacidad de germinar por sí solas. Cada semilla que vaya a germinar requiere que en el lugar haya un hongo especial que la “adopte”, se conecte con el embrión y le dé de comer. Cuando esto ocurre, se empieza a formar una pelotica verde, fotosintética, conocida como “protocormo”. Con los meses, el protocormo forma la primera hoja, las primeras raíces; y de ahí sigue desarrollándose la orquídea hasta ser adulta. A lo largo de toda su vida, la orquídea puede alojar dentro de sus tejidos al hongo que la ayudó a nacer.

FENOLOGÍA
En la finca El Cerro se la ha observado floreciendo entre mayo y julio. En otras localidades del altiplano cundiboyacense también se ha registrado un segundo período de floración, entre noviembre y diciembre.

CRECIMIENTO Y LONGEVIDAD ESTIMADA
La planta crece lentamente. Desde su germinación hasta que es adulta y produce la primera flor, pueden pasar, en condiciones naturales (sin iluminación artificial ni abonos), cerca de 15 años. Como sucede con muchas orquídeas epífitas y rupícolas, la planta es muy longeva; si el lugar donde crece se mantiene estable, con condiciones de luz abundante, y la planta no es arrancada o destruida por alguna otra razón, puede vivir en forma indefinida; se estima que puede superar sin problemas los 100 años de edad.

ORGANISMOS ASOCIADOS
En las raíces de especies de Masdevallia se encuentran asociados hongos micorrícicos y otros hongos endófitos.

Las flores son visitadas por moscas.

PROPAGACIÓN
La propagación in vitro por semillas es la más adecuada para la multiplicación masiva de la mayoría de orquídeas. De todas formas, no es sencilla, ya que requiere condiciones especiales de medios de siembra, esterilidad y aporte de nutrientes o de hongos micorrícicos que hacen que la siembra de estas plantas suela quedar por fuera de las actividades de los no especialistas. Para el que quiera experimentar, vale la pena leer un poco al respecto ¡y atreverse!

Para restauraciones a pequeña escala, se pueden dividir con cuidado plantas con muchos tallos, tratando de dejar la planta original en el lugar donde crece, quitándole sólo una porción y tratando de causarle el menor daño posible.

Las plantas divididas se plantan en un lugar que tenga condiciones lo más parecidas de sustrato, luz y humedad al sitio donde se las recogió.

El sitio ideal para plantar esta orquídea es en laderas y cimas con suelos ácidos y pedregosos, donde la vegetación, por las características del suelo, no crece alta y permite que ingrese mucha luz al suelo.

Esta especie prospera mejor con luz abundante, incluso a pleno sol. Se la debe plantar en el suelo, apretando bien las plantas, para que queden firmes.

Para restauración ecológica, se recomienda plantar al menos tres ejemplares cerca unos de otros, para favorecer que, cuando se desarrollen, pueda haber polinización cruzada, producción de semillas y el establecimiento de una nueva población.

EJEMPLOS DE FLORA ACOMPAÑANTE
Orquídeas (Epidendrum arachnoglossum, Epidendrum zipaquiranum, Stelis galeata), chite (Hypericum juniperinum), piojito (Arcytophyllum nitidum), uva de anís (Cavendishia bracteata), uva camarona (Macleania rupestris), laurel de cera (Morella parvifolia).

Fuentes y Créditos

  1. (c) Mateo Hernandez Schmidt, todos los derechos reservados, subido por Mateo Hernandez Schmidt
  2. (c) Mateo Hernandez Schmidt, algunos derechos reservados (CC BY-SA)

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