Se ha visto una única vez, tomando el sol en los alisos de al frente de la casa.
Se camufla con la vegetación circundante y pasa desapercibido a los depredadores. Se caracteriza por movimientos lentos y hábitos oportunistas. Es un forrajeador pasivo que espera pacientemente su presa. Se alimenta de escarabajos y abejas que se acercan a polinizar las flores. Está adaptado a la vida arbórea, con su cola prensil y sus escamas subdigitales en forma de lamela, que facilitan los hábitos escaladores. Cuando se acerca un ave se oculta detrás de una rama aplanando el cuerpo o se suelta en caída libre.