Región Andina, Venezuela.

Los Andes venezolanos constituyen el extremo más al norte de la gran Cordillera Andina de América del Sur. El jóven relieve nos ofrece una riqeuza biológica desde sus altas sierras dentadas hasta los pintorescos valles fluviales donde se desarrollan las actividades agrícolas y florecen las principales ciudades y pueblos andinos. Ante esta diversidad de paisajes, las comunidades vegetales responden variando en composición florística y presentando particulares estrategias adaptativas. A diferencia del sentido que tiene la acepción en otras latitudes, nuestro páramo no es yemo. Por encima del límite de los bosques nublados, el páramo andino nos sorprende con las formas columnares y las hojas velludas de los frailejones, acompañadas con una diversidad de especies arbustivas cuya floración nos brinda un espectáculo de colores, formas y texturas. Los parques nacionales en esta región ofrecen protección a ecosistemas con un alto grado de endemismo, numerosas especies de flora y fauna de distribución restringida o en peligro de extención. Representan además, importantes áreas de protección de cuencas abastecedoras de los sistemas hidroeléctricos de Uribante-Caparo y Santo Domingo, y de agua para el consumo humano y el uso industrial y agrícola para las poblaciones de la región.

Superficie protegida bajo la figura de Parque Nacional: 934.046 Ha.

Superficie protegida bajo la figura de Monumento Natural: 19.532 Ha.

Parques Nacionales:

  • Sierra Nevada
  • El Tamá
  • General Cruz Carrillo (Guaramacal)
  • General Juan Pablo Peñaloza (Páramos El Batallón y La Negra).
  • Chorro El Indio.
  • Sierra La Culata.
  • Tapo-Caparo.

Monumentos Naturales:

  • Laguna de Urao.
  • Chorrera de Las González.
  • Meseta La Galera.
  • Teta de Niquitao-Guirigay.

Aves endémicas de la selva nublada y páramo de la Cordillera de Mérida.
Se denominan endémicas las especies de aves cuya distribución geográfica está por debajo de 50.000 kilómetros cuadrados. Por consiguiente, tal exclusividad geográfica las convierte en verdaderos patrimonios biológicos de los lugares que ocupan. La Cordillera de Mérida constituye una de estas áreas de endemismo con elevaciones que oscilan desde los 300 m.s.n.m. en el pie de monte, hasta más de 4.900 m.s.n.m. en el Pico Bolívar, y una superficie de 23.000 kilómetros cuadrados que abarca desde la depresión del Táchira y se extiende hasta la depresión Barquisimeto-Carora. Dentro de este sistema montañoso las especies de aves endémicas se distribuyen en las selvas nubladas y páramos, que por ser los ambientes ubicados a mayores elevaciones, muestran el mayor grado del necesario aislamiento geográfico para que surjan este tipo de especies.

A partir de los 1.800 hasta los 3.000 m.s.n.m. de elevación encontramos las selvas nubladas andinas y por encima de los 3.000 m.s.n.m., los páramos.

Publicado el junio 27, 2024 02:35 MAÑANA por rafael_gianni rafael_gianni